viernes, 22 de octubre de 2010

Arquitectura y Calvario

Transcribo con todas sus letras un artículo que ha publicado El Semanario y que me parece por demás interesante y valioso, razón por la que se los comparto.

ARQUITECTURA Y CALVARIO,

"La degradación de la arquitectura es algo que hemos padecido todos los habitantes de cualquier cuidad del mundo. Al nacer el modelo de “arquitecto estrella” adquirió prioridad la excentricidad sobre el bienestar, el capricho que el sentido social o íntimo y la exhibición de poder que la humilde tarea de crear un lugar para estar en armonía y con placer. Este “arquitecto estrella” es la pareja perfecta de la megalomanía de los gobernantes que desean hacer negocio y pasar a la posteridad con obras mastodónticas, costosas y sin visión pública. La capacidad del arquitecto de hacer valer su capricho estético es lo que perdura de la obra. Si su estilo, como Enrique Norten, son las cajas de vidrios lechosos, las coloca en todas partes, no es problema que, como en el Museo del Chopo, no haya manera ni de colgar las obras, ni de exhibir los videos y que el desarrollo de las exposiciones no fluya. Aquí el arquitecto y su estilo son más importantes que la función del edificio.

En los edificios antiguos observamos la intención de ser un patrimonio perdurable, por eso usaban materiales nobles, espacios humanos, con techos altos, muros sólidos, pasillos con trayectorias lógicas, y lo de ahora es un alarde de poder para satisfacer a la sociedad del espectáculo, se trata de llamar la atención como si las ciudades fueran parques temáticos, no un lugar de convivencia y desarrollo. La desolación de las exposiciones en el MUAC, por un lado son resultado de una curaduría poco inteligente, y por otro del diseño de Teodoro González de León, que hizo una concesionaria de automóviles, no un museo, sin tener en cuenta la naturaleza del arte que alberga. La arquitectura ha caído en una pretensión equiparable a la del arte contemporáneo, tenemos que admirar un edificio porque es de Frank Gehry o de Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, porque son multipremiados y manejan presupuestos millonarios, aunque sus museos no sean bellos y no cumplan con las necesidades elementales de exhibición.

La arquitectura se ha alejado de la sociedad, le ha dado la espalda buscando la extravagancia, despreciando principios elementales que hacen de un espacio un lugar habitable. Otra relación que guardan con el arte contemporáneo es creer que el material es la obra, el vidrio, que únicamente es un material, ya es el estilo, entonces vidrio en todas partes, si es concreto, pues concreto como protagonista, desde departamentos hasta corporativos, las ventanas de piso a techo acaban con la intimidad, lanzando al habitante a la calle. ¿En qué momento la forma dejó de ser el estilo y lo cambiaron por el material? En el arte —y la arquitectura es un arte—, el material no es la obra. La capacidad de someter los materiales al talento y lenguaje del artista es lo que crea una obra. Por eso todos los edificios se parecen, porque basta tomar un material y se tiene copiado el “estilo” de un arquitecto. Quiere decir que el estilo se somete a la oferta de materiales, no hay creación real. Estos proyectos antihumanos, terminarán como fósiles del mal gusto, espero que llegue una cultura sensible y educada y los derribe y construya edificios con los planos de los grandes proyectos que se guardan en las bibliotecas de Paris."


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