miércoles, 8 de julio de 2009

¿HEMOS DE HACER ALGO POR EL MEDIO AMBIENTE?, pregunto.
Arq. Hector A. Herrera Delgado

“As professionals, architects have a primary duty of care to the communities they serve.
This duty prevails over their personal interest and the interests of their clients.”
[i]

“Como profesionales, los arquitectos tienen el deber básico de cuidar las comunidades a las que sirven. Este compromiso prevalece sobre sus intereses personales y el de sus clientes.”

Un campo nuevo emerge en la práctica de la Arquitectura. Siempre ha existido la problemática, pero ahora ha hecho crisis y requiere de la atención inmediata. Conocido como Diseño Sustentable o Diseño Verde, es difícil definirlo en un par de conceptos o ideas, pero realmente representa una revolución conceptual acerca de cómo pensamos, que pensamos, como actuamos, diseñamos, construimos y operamos edificios en relación con el impacto que estos causan al medio ambiente y la manera como los recursos de conocimiento y tecnología se aplican en el desarrollo de propuestas que permitan cambiar el rumbo de manera radical a como hemos venido haciendo las cosas.
Si hacemos un recuento de los conocimientos que hemos adquirido para llegar a ser arquitecto y los que hemos desarrollado para realizar nuestra actividad como profesionales, seguramente descubriremos que no hemos sido puntuales y ni siquiera aproximados para considerar los aspectos relacionados con un verdadero cuidado del medio ambiente al que invariablemente nuestros proyectos impactarán.
Y hay algunas preguntas que habríamos de hacernos respecto a nuestros proyectos:
¿Hacemos un uso apropiado de la tierra para nuestro edificio?
¿Hacemos un uso verdadera y conscientemente eficiente del agua, energía, materiales de construcción y otros recursos?
¿Estamos mejorando aspectos de la salud del ser humano con nuestros edificios?
¿Fortalecemos la economía de nuestras comunidades y regiones con nuestros proyectos?
¿Buscamos la conservación de vegetación, fauna, especies en riesgo y hábitats naturales?
¿Protegemos los recursos agrícolas, culturales y arqueológicos con nuestras intervenciones?
¿Hacemos edificios realmente agradables para la vida al interior de los edificios?
¿Diseñamos espacios públicos de valor para la vida?
¿Edificamos espacios económicamente razonables en su construcción y posterior operación?
De manera natural simpatizamos con todas las ideas relacionadas con los aspectos “ecológicos” de moda, pero difícilmente asumimos de manera responsable una posición crítica y activa ante el problema. “El reconocimiento de una complejidad parece depender tanto de algunos rasgos propios del objeto de estudio, construido como objeto de conocimiento, como de nuestras capacidades para asimilar esa realidad y desarrollar expectativas al respecto”
[ii]

Probablemente el reconocimiento mueve nuestra conciencia hacia una mayor atención a los problemas de los cuales somos los principales protagonistas en su génesis y desarrollo, al actuar como entidades privadas o en instituciones públicas. Adquirimos responsabilidades desde la aceptación de la ciudadanía simple y llana, pero nuestro compromiso se acrecienta al asumir la actividad del ser arquitecto, ya sea desde al ámbito de la práctica profesional independiente o desde la intervención en políticas públicas como parte de los organismos institucionales o de gobierno.


El desarrollo de las construcciones urbanas y suburbanas tiene un profundo impacto en nuestro entorno natural, economía, salud y productividad:
[iii]
El 72% del consumo de energía,
El 38% de las emisiones de CO²,
El 30% de producción de basuras (136 millones de toneladas anuales),
El 14% del consumo de agua potable,

Estos datos son de Estados Unidos y desgraciadamente los datos nuestros no los tenemos, probablemente por falta de interés.

¿Qué sigue?
Si se le pusieran pesos y centavos a las consecuencias y las pagáramos de nuestra bolsa, de manera directa, probablemente pondríamos algo de interés real.
Los beneficios pueden ser muchos si actuamos responsablemente,
en lo ambiental por ejemplo:

Mejora y protección de ecosistemas y biodiversidad,
Mejora de la calidad del agua y el aire,
Reducción de residuos sólidos,
Conservación de recursos naturales,

En lo económico:

Reducción de costos operativos,
Aumento de recursos por incremento de valores y ganancias.
Mejora de la productividad en el empleo y satisfacción en el mismo,
Optimización del ciclo de vida por mejora en su calidad.

En la salud de la comunidad:
Mejora de la calidad del aire, temperatura y acústica,
Mejora del confort y la salud de la población,
Reducción de los esfuerzos en la infraestructura Urbana,
Contribución a la mejora de la calidad de vida en general.

Continuará…

…Es tiempo de hacer la reflexión para la acción. Es tiempo de asumir la responsabilidad que como arquitectos decidimos que tomaríamos desde el despertar de nuestra vocación. La complejidad del tema requiere de atención particular, investigar para poder tomar decisiones correctas, hacer la planeación adecuada y desarrollar el cambio que si no lo iniciamos hoy, caro lo pagaremos mañana…

[i] UIA Accord in recommended International Standards of Professionalism in Architectural practice. Preámbulo,
[ii] TUDELA, Fernando. Población y Medio Ambiente: Los desafíos de la complejidad
[iii] Green Building by the numbers document.