viernes, 3 de diciembre de 2010

Alza tu voz


El Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión."

Es muy penoso que en los albores aún del S.XXI, en sociedades en vías de desarrollo, con la pesada carga de mejorar las condiciones de vida de la sociedad, buscando implementar medios mas adecuados para que podamos ser mejor civilización y lograr que un número y proporción mayor de ciudadadanos se formen para ello, uno de los componentes básicos e indispensables de la convivencia humana, la comunicación, aún no salga del simple intercambio de palabras que solamente sirven para resolver las mas elementales necesidades humanas. Parece que la gente sencilla tiene derecho a expresar sólo lo que le lleve a la adquisición de bienes y servicios para su diario andar. Pero no puede decir más, ya que en plena era del conocimiento las decisiones recaen exclusivamente en pequeños grupos elegidos, en la mayoría de los casos, en aparentes democracias.

"Es de gran importancia que al común de la gente le sea dada la oportunidad de experimentar consciente e inteligentemente los esfuerzos y resultados de la investigación científica. No es suficiente que cada resultado sea obtenido y aplicado por especialistas en el tema. Restringir el núcleo del conocimiento a un pequeño grupo apaga el espíritu filosófico de un pueblo y conduce a la pobreza espiritual".. decía Albert Einstein, y esto aplica a las ciencias sociales, económicas y políticas, por supuesto.

El derecho a expresarse y ser escuchado, el derecho a opinar sobre lo que ha de influir en mi propio futuro se ve como una premisa lejana.

¿Que es lo que deberemos hacer para romper con esta inercia?. Supongo yo que el origen se todo esto se remonta seguramente a las condiciones de vida que prevalecían antes de nuestras luchas intestinas de Independencia y Revolución que finalmente sólo cambiaron la forma, pero no el fondo de ésta manera de relacion politica y social. Discrepo totalmente con quien piensa en luchas armadas o violentas. "Por norma general, se considera violenta a toda actitud irrazonable, que niega el diálogo y se obstina en actuar a pesar de cualquier otra opinión razonable. Suele ser una actitud dominantemente egoísta, individual o de grupo, sin ejercicio alguno de empatía. Todo lo que viola lo razonable, es suceptible de ser catalogado como violento, al imponer su posicion por la fuerza." dicen mas o menos algunos diccionarios al respecto. Por supuesto que no sólo nos referimos a la violencia física, sino a la que se ejerce desde el poder, inclusive.

En un estado de Derecho, el comportamiento social se rige por las Leyes y Normas establecidas y que vigilan la sana convivencia de los seres humanos. Y precisamente, dentro de los marcos de respeto y velando por el interés común antes que por los intereses personales, es que deberíamos de expresar, de manera ordenada todo aquello que vemos que afecta nuestras vidas: en el orden social, en el orden politico, en nuestro trabajo, en nuestros estudios, en nuestra casa.

Definir claramente el ambito de nuestras reflexiones y enfocar nuestro comunicacion, emisor-medio-receptor, de manera clara y asegurandonos de que seremos escuchados y tendremos respuestas en los niveles de orden de gobierno correspondiente.

Nuestra constitución política dice:

Artículo 8o. Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa; pero en materia política sólo podrán hacer uso de ese derecho los ciudadanos de la República. A toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la cual tiene obligación de hacerlo conocer en breve término al peticionario.

Todas las personas que tienen cualquier funcion pública tienen la obligacion (y el derecho, además) de saber nuestras inquietudes, ideas, opiniones, reflexiones y cuestionamientos respecto a los temas que les correspondan y dar respuesta.

Por ello y mucho más, creo que tenemos que buscar la manera de ser escuchados, tenemos que alzar la voz.

(continuará)





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